domingo, 1 de febrero de 2015

Mateando con el Tata

En la última reunión de Pensadores Espirituales en Buenos Aires, reflexionamos sobre "La autoridad y nuestra Libertad".
Entre las muchas conclusiones quiero mencionar:

Tiene autoridad el que te ayuda a crecer conservando tu integridad, y el continuo florecimiento de la libertad personal  respetando tus tiempos y etapas.

La autoridad que se basa en la confianza y el amor, y que asume plenamente la responsabilidad, es obedecida con alegría y nos acerca a las profundidades del vivir.

Hoy como resultado de la reunión sentí que una autoridad fresca, responsable, integradora y generadora de libertad y alegría, es la de los abuelos. Es así, porque los abuelos no se sienten con la obligación de ejercer la autoridad, ni los nietos con la obligación de cumplirla. Por lo cual su autoridad y obediencia es completamente espontanea e incluso recíproca, no dependiente de edades ni pre-conceptos. Los abuelos aceptan la autoridad de los nietos, y ellos la de los abuelos, compartiendo aprendizajes mutuos y profundos.

Las autoridades a nivel social o personal, jerarcas religiosos, autoridades políticas, profesores e incluso padres suelen caer en el autoritarismo.

El autoritario se protege detrás de una valla, que es el sistema, y el autoritarismo nos aleja de la sabiduría.

La obediencia ciega, sin ejercer el pensamiento crítico, bloquea la expresión de nuestra espiritualidad al
sujetarnos a normas impuestas desde afuera o sujetarnos a la voluntad o el ego de otros disfrazado de única verdad, impidiendo que aflore libremente nuestra inspiración y riqueza interior.

De "El canto del pájaro", de Anthony de Mello.

Estaba el filósofo Diógenes cenando lentejas cuando le vio el filósofo Aristipo, que vivía confortablemente a base de adular al rey.
Y le dijo Arístipo: "...Si hubieras aprendido a ser sumiso al rey, no tendrías que comer esta basura de lentejas"
A lo que replicó Diógenes: "...Si hubieras aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al rey..."

Leemos a Chuang Tzu :

"Tzu Ch`i se echa a llorar cuando el adivino le pronostica que su hijo K`un participará de la mesa real hasta el fin de sus días, Asombrado el adivino, Tzu Ch` i le explica. Lo que yo quisiera para mi hijo es que pudiera pasearse entre el cielo y la tierra. Yo quisiera para él que hallara sus alegrías en el Cielo y su sustento en la tierra, que no tuviera que ocuparse en asuntos ni andar discurriendo y formando planes queriendo llamar la atención con hechos extraordinarios; que no tuviera que oponerse a nada ni luchar con las cosas; que su vida fuera deslizándose sin andar calculando las conveniencias y ventajas".

Conclusión:
Para seguir la propia visión interior o la inspiración, es necesario desarrollar y/o descubrir nuestra espiritualidad y ayudar a otros a hacerlo para que de esta forma broten conductas de "oro", haciendo innecesaria la obediencia a normas humanas más o menos arbitrarias posibilitando un permanente cambio y progreso de la humanidad.








miércoles, 14 de enero de 2015

Mateando con Sendra

Hoy quiero que compartamos unos matecitos de espiritualidad con "Sendra", cuyas reflexiones del día siguiente al atentado terrorista en París, me parecen una excelente fuente de inspiración, purificación y cambio.








¡No dejemos de reunirnos y matear juntos! Nos necesitamos.
para reír y amar.

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Sé tu amigo más íntimo. Permitite estar presente en cada paso de tu vida actual,descubrite sin reservas de ninguna clase
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